Aunque el ministro de Digitalización, Hirakawa, ha sido objeto de debate como un chivo expiatorio en la elección presidencial, Astar, liderado por el joven Sota Watanabe, a quien él apoya fuertemente, ha visto caer su precio en aproximadamente un 90% en el último año y medio, lo que ha generado decepción y desdén entre los inversores. Sin embargo, casi no se habla en público de que lo que él ha estado promoviendo de manera arbitraria no ha funcionado en absoluto y que los inversores están sufriendo grandes pérdidas. Además, otros proyectos que Hirakawa ha apoyado, como NFT, DAO y juegos, ya se han vuelto irrelevantes en estos últimos años. No se sabe cómo afectará el desenlace de la elección presidencial a la industria Web3, pero es arriesgado que toda la industria se aferre a ciertos políticos, ya que solo se generan situaciones de colusión y el empuje de proyectos sin mérito. Deberíamos revisar, incluyendo la cuantificación, si las políticas y la forma de involucrarse del gobierno japonés en relación con Web3 realmente están produciendo buenos resultados. Desde mi perspectiva, hasta ahora solo parece que están haciendo algo por hacer, y no se ha reducido en absoluto la brecha con el extranjero, y no parece que haya resultados que lo respalden.